viernes, 7 de noviembre de 2008


Está bien dudar, reflexionar, incluso está bien el miedo, pero a veces hay que avanzar. Juntar coraje y atreverse a hacer eso que hay que hacer da pánico, pero una vez que damos el primer paso todo desaparece y eso es atreverse.
Podemos abandonar ese lugar seguro y animarnos, o acobardarnos y quedarnos en una burbuja de cosas desconocidas. El coraje, es el coraje el que hace las cosas distintas.
Una vez que perdimos el miedo y lo hicimos casi da risa pensar que teníamos miedo y al final, al final no era tan difícil.
Ella sabe que es muy tarde mientras estamos caminando,Su alma se desliza,Pero no mires atrás con rabia Te escuché decir,Es cuestión de tiempo. Entre desear algo y conseguirlo hay una cuestión de tiempo. El problema es que ese tiempo entre lo que deseamos y su realización puede ser eterno.Cuando queremos algo lo queremos ya…por algo lo queremos ¿no?

miércoles, 5 de noviembre de 2008















esperando el factor desencadenante

sábado, 1 de noviembre de 2008

Así Aladino aprendió que los deseos por mas inalcanzables o descabellados que parezcan hay que animarse a intentarlos, arriesgarse a la aventura de dar el primer paso. Y una vez que damos ese primer paso, y aunque la lucha resulte despareja, siempre hay que seguir adelante. No hay que rendirse, como Aladino, cuyo sueño de casarse con la princesa y ser príncipe era un sueño imposible, sin embargo, cuando la llevó a ver el mágico mundo en su alfombra mágica, supo que había hecho bien en dejarse guiar por sus deseos. Porque los deseos muchas veces son buenos guías, nos muestran el lugar hacia donde partir. Como así también, a veces los deseos nos muestran el lugar al que hay que volver. Y como Aladino, cuando volvió al palacio, aprendió que a veces el secreto no es vivir deseando lo que no se tiene, sino querer lo que se tiene. Y una cosa hay que aprender: nuestros deseos no siempre van a cumplirse ya, aquí y ahora. Es parte de la vida aceptar que nuestros deseos no siempre son órdenes para un genio bueno. A veces otros deseos ajenos son los que ordenan nuestra vida, pero lo que nos enseña la historia de Aladino es que el genio que si puede escucharnos siempre no está en ninguna lámpara maravillosa, sino dentro de nosotros mismos. Dentro nuestro hay un genio poderoso que puede cumplir nuestros sueños. Ese genio espera nuestras órdenes y quiere cumplir nuestros deseos